Uno de los retos más complicados a los que se enfrenta nuestra sociedad es el de lograr un desarrollo socioeconómico compatible con el medio ambiente. Todos los consumidores podemos comprar productos enérgicamente eficientes, reutilizables y fabricados con materiales reciclados, etc…
Con el programa “Escuelas
Verdes” pretendemos inculcar en alumnos y en el resto de la comunidad
educativa, la idea de que todos somos consumidores y que el consumo es
necesario, pero debemos conservar lo recursos naturales, ahorrar energía y
evitar desperdicios. Por ello lanzamos la campaña “Aluminio 0” y muchos centros
del municipio lo están consiguiendo.
El principal uso doméstico del aluminio es el alimentario y en los
centros educativos el papel de aluminio es el rey del envoltorio de los
bocadillos todos los días. Pero, ¿cuántos centímetros cuadrados de papel
utilizamos todos los días, y cada mes y cada año? ¿Cuánto pesa el papel de
aluminio que utilizas al cabo de una año de envolver el bocadillo?...
Vivimos inmersos en la cultura de “usar y tirar”, pero la alternativa al uso del aluminio para
envolver los bocadillos ya existe: los
envoltorios reutilizables.
La principal fuente de aluminio es la bauxita, mineral abundante
en los cinturones subtropicales de todo el planeta, pero la gran industria del
aluminio se sitúa en países en vías de desarrollo donde la normativa ambiental
es prácticamente inexistente y, por tanto, los costes de producción menores.
Los yacimientos se encuentran en ecosistemas de alto valor natural, selvas
tropicales con mucha biodiversidad.
Los principales residuos generados por cada kilo de papel de
aluminio producido son:
- 0,6 Kg de
arcillas con metales pesados. Contaminación de suelo y agua.
- 0,03 Kg de
óxidos de azufre. Causante de la lluvia ácida.
- 9 kg de
dióxido de carbono. Causante del efecto invernadero y por tanto del cambio
climático.
Resulta evidente, por tanto, que la utilización de papel de
aluminio para envolver bocadillos tiene un coste ambiental muy elevado,
teniendo en cuenta que es un material que se utiliza una sola vez y después se
tira.
Aunque muchos centros de Murcia, concienciados con este tema,
llevan varios años trabajando por disminuir el consumo del papel de aluminio en
el envoltorio de los bocadillos, todavía hay un porcentaje de alumnos que lo
siguen trayendo. Durante este curso
escolar el objetivo sería reducir el consumo del papel de aluminio en el
envoltorio de los bocadillos y contabilizar como mejora la calidad del medio
ambiente con esta acción, gracias a la ayuda de todos, alumnos y profesores.
Para cumplir este objetivo, proponemos:
1º.- Hacer una actividad de
sensibilización con los alumnos sobre la
importancia de reducir el aluminio.
2º.- Cada día anotaremos en una hoja diseñada para ello, cuantas
personas NO HAN TRAÍDO ALUMINIO ese día. Por término medio cada envoltorio de
bocadillo pesa 4 gr.
Los estudios de impacto ambiental realizados en la fase de
producción de aluminio, determinan que los principales residuos generados en
esta fase son: metales pesados, dióxido de carbono, dióxido de azufre y
fluoraminas entre otros.
Nosotros sólo nos vamos a fijar el díóxido de carbono (CO2).
Por cada kilogramo de aluminio producido se eliminan a la atmósfera 9 kg de
dióxido de carbono. El aluminio que NO
CONSUMIMOS, es aluminio que no producimos. Por eso, con cada hoja de 4 gr
de aluminio del bocadillo que no usamos como envoltorio, dejamos de emitir a la
atmósfera 36 gr de dióxido de carbono. Es decir, gas que hace aumentar el efecto invernadero
de la atmósfera, el calentamiento global del planeta y en definitiva el CAMBIO CLIMÁTICO.
Al final de curso obtenemos el cálculo de la cantidad de aluminio
que hemos dejado de traer y que beneficio ambiental que hemos conseguido con
esta acción. Y estos son los resultados:
Periodo de la campaña
“ALUMINIO 0”
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Cantidad de aluminio que hemos dejado de
traer al centro.
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Cantidad de dióxido de carbono que hemos
dejado de emitir a la atmósfera.
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Curso 2018-2019
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gr
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